Al realizar una rehabilitación de edificios en Lugo, es frecuente cometer una serie de errores que pueden comprometer tanto el resultado final como la inversión realizada. El primero de ellos suele ser la falta de un estudio previo detallado. Muchos proyectos se inician sin un análisis técnico completo del estado de la estructura, las instalaciones y los materiales existentes. Esta omisión conduce a sorpresas durante la obra, con sobrecostes y retrasos que podrían haberse evitado.

Otro error común es no contar con profesionales especializados. La rehabilitación de un edificio requiere arquitectos, ingenieros y técnicos con experiencia en este tipo de intervenciones. Confiar únicamente en mano de obra sin la supervisión adecuada puede generar soluciones poco seguras o ineficientes.

También se suele descuidar la normativa vigente. Las exigencias legales en materia de seguridad, accesibilidad y eficiencia energética han cambiado con los años, y no tenerlas en cuenta provoca sanciones o la necesidad de rehacer parte de los trabajos. En muchos casos, los responsables del proyecto subestiman la importancia de solicitar licencias y permisos antes de iniciar las obras, lo que acarrea paralizaciones forzadas.

La elección de materiales inadecuados es otro punto a tener en cuenta, como bien sabemos en Alupati Construcciones. Algunas personas optan por lo más barato sin valorar la durabilidad ni la compatibilidad con los elementos originales del edificio. Esto no solo afecta a la estética, sino que incrementa el riesgo de futuras patologías.

Un error adicional es no planificar el presupuesto con un margen suficiente. Los imprevistos son habituales en la rehabilitación y, al no disponer de un colchón económico, las obras quedan incompletas o se recurre a soluciones de baja calidad.

Finalmente, se comete con frecuencia el error de no priorizar la eficiencia energética. La rehabilitación de edificios en Lugo puede verse como una oportunidad integrar aislamientos adecuados, renovar carpinterías y actualizar sistemas de climatización. Ignorar este aspecto supone un mayor gasto en consumo a largo plazo y reduce el valor añadido de la intervención.